Siguiendo nuestro propósito original de preservación y conservación iniciamos en Enero de 2013 el Proyecto Meliponas, tanto para polinizar la selva con estas abejas nativas como para propagar la meliponicultura con cajas -método no intrusivo que facilita su reproducción y cosecha de miel- perpetuando y enriqueciendo así una ancestral y bella tradición, misma que se encuentra actualmente en peligro de desaparecer.
Esta pacifica abeja Melipona, que ha sido por siglos considerada sagrada y que no representa ningún riesgo al humano u otros seres -por no contar con aguijón- es muy importante principalmente por dos razones:
- Es la abeja nativa original, única especie de abeja perfectamente adaptada para polinizar y vivir en la selva maya durante todo el año de manera autosuficiente, lo que la hace realmente vital dentro del ecosistema que es su hábitat natural. De ahí que esta práctica se vuelve verdaderamente relevante y eficiente cuando se realiza ‘selva adentro’, distanciados muchos kilómetros de poblaciones y cultivos actualmente contaminados, para evitar así que en mayor o menor medida pudiera verse afectada su miel y sobrevivencia.
- El rescate de la Melipona y meliponicultura es hoy día de vital importancia para preserva la selva de manera adecuada, al igual que para preservar esta ancestral tradición, sagrada para los antiguos mayas y para los muy pocos que actualmente conocen el legado que estas abejas nos ofrecen con su miel. Para hacer honor a este legado, en FSM incorporamos nuevas técnicas de cosechar su miel, polen y cera, de una manera mucho mas efectiva sin perjudicar su “nido”, reproduciendo las colmenas y poblaciones de manera por demás eficiente y poco invasiva.
Las fotos que verás a continuación son un sencillo intento de mostrar gráficamente la historia del proyecto Meliponas en Fundacion Selva Maya, desde la bienvenida a los jobones -que son los troncos huecos en los que las abejas forman sus colmenas de manera natural en la selva desde tiempos inmemoriales- hasta su transferencia a cajas racionales o modernas que en su conjunto conforman los meliponarios, beneficiando enormemente tanto a las abejas en su reproducción y producción como a la misma práctica de la meliponicultura.
Los jobones contienen las colmenas y una vez cortados se colocan horizontalmente con dos “tapas” en los extremos para facilitar la extracción de miel y polen. Esta práctica ancestral obliga a las abejas a reorganizar su nido de manera que lo giran para que crezca vertical nuevamente, consiguiendo con esto que los extremos se puedan abrir para cosechar la miel y polen.
En FSM, igual que en otros nacientes meliponarios catalogados como “modernos” en esta zona, decidimos transferir las colmenas a cajas racionales. En nuestro caso optamos por las que desarrolló el maestro Juan Manuel Torres Zapién, después de experimentar con muchos modelos y en base a practicas de meliponicultura con el maestro Rogel Villanueva. Nosotros las nombramos “cajas Torres-Zapién” o “cajas TZ” en honor de Juan Manuel, quien ha aportado mucho a la meliponicultura.
Los jobones como tales escasean cada vez mas, al grado que lo que lo que se encuentra en el “mercado de Meliponas” ahora son realmente algunos troncos con abejas mayas, recién cortados para darles tratamiento de jobones en lugar de dejarlos en la selva donde pertenecen, lo que implica que en muchos casos están siendo encontrados y cortados por personas que no practican meliponicultura, y lo hacen con la sola intención de venderlos a hoteles como atracción turística. Esto es mas que obvio cuando quien los adquiere intenta trasladarlos a cajas y se da cuenta que las abejas aun no han contado con tiempo suficiente para modificar la orientación del nido.
Realmente es urgente fomentar meliponicultura moderna, para que no se sigan cortando árboles que hospedan colmenas en su hábitat natural, sino que transfieran las colmenas en cajas para poder duplicar población y en su momento cosechar miel sin afectar el nido, lo que sucede cuando la practica se realiza con jobones.
En FSM de manera metódica contamos con registros del origen de cada jobon, con lo que averiguamos de su historia, el tipo de floración de donde vienen, la región de la península de Yucatán, etc… esto permite una trazabilidad que arroja valiosa información, la que continua generándose al mantener en observación el comportamiento y desarrolla cada colmena.
La transferencia de los 20 primeros jobones fue asesorada por Juan Manuel Torres Zapién, en adelante las siguientes transferencias han sido realizadas por FSM y amigos voluntarios.